El movimiento Maker se extiende también a la moda. En un desfile al aire libre en la entrada del Auditorium Parco della Musica, en Roma, la 'startup' CuteCircuit demostró que la tecnología no tiene por qué estar reñida con la ropa. Chaquetas, vestidos y faldas con luces LED bordadas, que se pueden controlar desde una aplicación móvil, deslumbraron a los cientos de espectadores.
CuteCircuit, con sede en la localidad británica de Shoreditch, lanzó su primera línea Prêt-á-Porter en 2010, sorprendiendo con la primera colección tecnológica lista para salir al mercado. Uno de sus productos de CuteCircuit, la camiseta Hug, fue reconocida como una de las mejores invenciones del año de la revista 'Time'. Su última creación, GalaxyDress, el mayor dispositivo 'wearable' del mundo, está actualmente en el Museo de la Ciencia y la Industria de Chicago como parte del show Fastforward.
No es el único ejemplo de tecnología y moda. La diseñadora estadounidense Abbey Liebman ha creado en Steve Madden un vestido solar. Esta prenda incorpora células solares flexibles ultrafinas, que gracias a un hilo de algodón conductivo se conectan con un puerto USB que permite al consumidor cargar el teléfono móvil o smartphone.
La tecnología también puede directamente eliminar el uso de prendas textiles, como las toallas. Tyler Overk y Gaspare Rumeo han creado el dispositivo Body Dryer, que funciona como un secador del cuerpo humano con forma de báscula. A través de la plataforma de financiación colectiva Indiegogo, el proyecto recaudó el pasado mayo 300.000 dólares.